El gran reto que afronta la agroindustria (a pequeña y gran escala) en la actualidad es que sus procesos sean amigables al medio ambiente, con el pasar de los días cada vez se hace más necesario que este cambio sea pronto pues el medio ambiente no da espera. Estamos en una cruzada ambiental en la que todos podemos contribuir en la solución al calentamiento climático desde el lugar en la economía en que nos encontremos.
La buena noticia es que hay soluciones que pueden implementarse de inmediato para empezar a contribuir a mitigar el impacto al medio ambiente causado por los combustibles fósiles, entre otros causantes del deterioro del clima.
Una solución es la sustitución de las energías fósiles por el uso de energías renovables, las que llegaron para quedarse y en esta época tienen un papel protagónico en el cuidado y en la conservación del planeta.
Es por ello que esta solución es completamente viable llevarla a los sistemas de riego, tradicionalmente manejados a través de energía eléctrica en los cultivos que tienen cobertura de infraestructura eléctrica y a través de combustibles fósiles en las regiones apartadas en donde la red eléctrica sigue siendo un sueño.
Nuestros sistemas de riego solar cuidan el medio ambiente, a diferencia de los impulsados por combustibles fósiles, ya que se alimentan de energía limpia proveniente del sol, y, además, porque:
- No contaminan los suelos.
- Producen menores emisiones de dióxido de carbono (CO2).
- Generan menor efecto invernadero.
- Producen menos lluvia ácida.
- Generan menor emisión de óxidos de azufre.
Como se puede advertir, los beneficios de implementar sistemas de riego solares para contribuir a la conservación ambiental no son pocos, en este momento toda acción que tenga ese horizonte es un aporte valioso, todo suma.
